«En el artículo de esta semana, www.CuidaTuCasa.com promovido por http://www.andimac.org nos cuentan las ventajas de la calefacción por suelo radiante, una solución eficiente, con la que se gana en confort y ahorro energético»
Si te estás planteando cambiar el sistema de climatización de tu casa de cara al invierno, has llegado al post adecuado. Porque vamos a contarte las ventajas de la calefacción por suelo radiante, una solución muy extendida en otros países y que ya se va abriendo paso en España.
Debes saber que si buscas ganar en confort y un mayor ahorro energético, este sistema es mucho más eficiente que los radiadores y otros sistemas convencionales. ¡Empezamos!
Eficiencia ante todo
Los suelos radiantes destacan por su eficiencia, principalmente debido a que trabajan a temperaturas muy bajas, alrededor de los 40º, frente a los radiadores convencionales, cuya temperatura inicial de funcionamiento está en torno a los 80º.
Y esto, cómo no, se traduce en un ahorro de energía y económico importante, algo en lo que también influye que este sistema propicia el reparto uniforme del calor por todas las estancias de la casa. ¡El ahorro puede ser de hasta un 30%! Ten en cuenta que en vez de tener solo un punto focal de calor, como es el caso del radiador, estás radiando por toda la superficie del suelo.
Recomendado por ser el sistema más saludable
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya recomienda los suelos radiantes como la opción de calefacción más saludable, ¿y por qué? Pues porque distribuye el calor desde el suelo hasta el techo, manteniendo así los pies calientes y la cabeza a menor temperatura.
Nuestro cuerpo hace justo lo contrario, mantener la cabeza más caliente mientras que los pies suelen estar más fríos, y por tanto este sistema refuerza el calor en aquellas partes de nuestro cuerpo que más lo necesitan, aumentando el confort y bienestar en casa. Otros sistemas de calefacción, por ejemplo las bombas de calor/frío, distribuyen el calor en sentido inverso. Además el calor siempre tiende a subir, es por ello que poner el foco de calor en el suelo es lo que le hace ser tan eficiente y saludable.
Mejora estética
Es una de las ventajas más evidentes, ya que este sistema es completamente invisible a los ojos, librándonos de los radiadores, y disponiendo de esos espacios para más espacios de almacenaje o para decorar a tu gusto sin interrupciones estéticas. Eso sí, debes tener en cuenta que perderás algo de altura en el piso, aunque ya hay soluciones muy buenas con muy poco espesor.
Más higiénico
Los suelos radiantes eliminan al 100% cualquier corriente de aire y, por tanto, también de partículas nocivas, algo que puede pasar, por ejemplo, con el reparto de aire caliente que hacen las bombas de calor. Además, la calefacción radiante tiende a absorber la humedad, y por tanto es menos probable que puedan llegar a aparecer bacterias y hongos.
Fácil mantenimiento
En este caso, el mantenimiento es similar al de los radiadores convencionales, ya que también debemos extraer periódicamente el aire para eliminar posibles burbujas. Sin embargo, también esto es más cómodo, ya que no tendremos que ir habitación por habitación, sino que todo el sistema queda centralizado en un armario colector, a partir del cual se distribuyen los tubos a cada estancia. Por lo demás, no necesita un cuidado especial, pero para la primera puesta en marcha será un técnico autorizado quien debe ajustar el caudalímetro de los circuitos, para su regulación.
Ahorro económico
En comparación con otros sistemas de calefacción, los suelos radiantes requieren de una mayor inversión inicial, pero el retorno de la misma se produce a corto plazo. Para una mayor eficiencia energética y mayor ahorro, es recomendable utilizar para el recubrimiento de las superficies cerámica o piedra natural, ya que tienen muy buena conductividad térmica y así evitamos que el calor se pierda por el pavimento.